COMO
EL GRANO DE TRIGO.
Te
voy a resumir el ideal de toda tu vida cristiana en una leyenda.
Estaba
un montón de trigo sobre la era. Llegó un ángel y aun granito le dice al oído:
“Mira vas a ser algo grande, te distinguirán de todos los demás”. El grano se
sintió crecer. Oyó pasos, ¿vendrán a recibirme con bandas de música?..No, era
un rústico payes. Tenía el saco en la mano , lo encierra en él. ¡Traición!,
dice el granito. El esperaba honores y le han envuelto en la oscura cárcel
del saco. Un día gris de invierno lloviznoso, el payes saca el trigo y lo
echa en la tierra mojada, pasa el arado y cae indefenso el granito en el
surco. Lo cubre la tierra y se pudre vivo en la sepultura del surco,
¡horrendo fracaso!, murmura.
Brota
la semilla igual que las otras, la bañan las lluvias, la quema el sol…., la
planta crece.
Pasa
la hoz y lo echa en el suelo y como las demás espigas se ve atada con su s
compañeras. De nuevo en la era el trigo es estrujado por los duros cascos del
caballo y como juguete es echado al viento. Se ve casi igual que antes de la
tragedia, allí en el montón. Pero vuelve el hombre con el saco en la mano:
¿volver a la tierra?, te vas a ir al molino. Oye crujir a sus compañeros
entre la muela, se resiste. No hay remedio… se queda hecho polvo, ya no es
granito…así con nuestras vidas…desaparece Don Fulano o Fulanita, para que
aparezca Cristo.
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Es ya sólo harina, una mujer lo toma en sus
manos y lo convierte en pasta. ¡Pobre granito de trigo!. Pero llega el día y
suena la hora y repican a gloria todas las campanas. Se alfombran las calles de
mirto y de flores, las gentes se visten de seda y oro, la catedral acoge la
multitud, el órgano murmura impaciente, el coro irrumpe con voces jubilosas y
entre nubes de incienso, se arrodillan todos y se alza en manos del Obispo el
grano de trigo, que es, ahora, Dios. Y ha sido consagrado. Así tu vida y tu
amor.
Te lo decíamos en la primera noche; tu vida
vale mucho, tu amor puede ser algo grande, déjalo consagrar. Sé hostia de Amor,
sé Eucaristía.
Y esta pequeña historia la escribió en carne
vive, momentos antes del martirio, en la revolución roja, cuando fueron hechos
prisioneros todos los seminaristas y conducidos a la cárcel de espera de la
muerte antes del fusilamiento. Llegó la hora y conducen al grupo de valientes
ante las ametralladoras.
SEÑOR
AQUÍ ESTOY.
Queda él en la celda oscura…solo…un compañero
al pasar junto al postigo de hierro le susurra, oye amigo, nos llevan a matar, prepárate.
Se queda en silencio. Ve que acaban los minutos para él. Ve que va a morir
pronto, mártir de Cristo.
Suprema alegría, él quisiera expresarlo; coge
del suelo un pedazo de papel y escribe a lápiz su anhelo más vivo, su suerte
deseada, su himno de gloria, su vida hecha amor y su amor hecho hostia de amor
inmolada.
Señor, aquí estoy
Grano de trigo soy
Segado y trillado en tus eras
Señor cuando quieras
Me puedes moler
Que yo quiero ser
Polvillo de harina
Que forme tus hostias de amor
No tardes, si quieres Señor
Oh mi Dios molinero
Echa a andar tu molino harinero
Y muele tu trigo
Que quiero ser hostia de amor
Señor, que te espero
Empuja la rueda, dolor
Y muele tu trigo que quiero ser hostia de
amor
Señor, aquí estoy
Señor, aquí estoy
Preciosa canción que me devuelve a aquellos hermosos tiempos del internado. ¿Alguien me podría proporcionar la partitura?
ResponderEliminar¿Donde la prdría conseguir...?
Preciosa canción que me transporta a mis tiempos de internado, jamas la olvidé
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