lunes, 29 de enero de 2024

TU VIDA ES PARA AMAR


Por esto, en definitiva, nuestra ayuda mutua, va a levantar la mirada a las personas, para ver y reconocer una realidad superior a la que siempre ven y viven que no han probado.

            Esta vida, al ser amor, no se conoce ni se vive más que en comunión, pues el amor es difusivo de sí, es siempre pasar del yo al nosotros y se manifiesta a través de la comunidad y el movimiento, signo visible de la comunión que viven las mismas tres personas de la Trinidad (cf. Jn 17,21; 13,35).

            El salto de fe es fuerte para el que no vive siquiera en una dinámica de amor, encerrado en la estrechez del egoismo y las  personas se pueden asustar ante la fuerza de una verdad desde la cual es una tontería seguir buscando las cosas de la tierra (cf. Col 3,1-3; Fil 3,7-8; Lc 9,23-26), pero que si nuestras vidas aun siguen atadas a lo perecedero les creará confusión o simplemente la entenderán como un "discurso cristiano" más. Por esto es responsabilidad nuestra acompañar lo que decimos con nuestra vida esclareciendo la verdad, mostrándola no como una carga, sino como una realidad gozosa sin rebajar lo que implica.

            Vivir la Vida Eterna, es vivir las bienaventuranzas (cf. Mt 5,3-12), es vivir el mandamiento nuevo (cf. Jn 13,34), es vivir los consejos evangélicos (cf. Ap 3,18) es llegar a la cruz por los amigos (cf. Jn 15,12-13). Se trata de entrar en una vida nueva, es una redefinición de nuestra identidad, de nuestro "Yo"


TU VIDA ES PARA AMAR
OBJETIVO

            Convencer a las personas del significado del verdadero amor. Amar es mi ejercicio, mi actividad vital. Amar es exigencia vital para el hombre, condición para vivir, es como el respirar y latir del corazón de todo hombre. Amar con el amor de Dios es vivir y dar vida eterna. Se trata de amar, pero de amar como Jesús nos amó, con la calidad del amor de Dios mismo. Es un imperativo porque en ello está la vida. La ignorancia teórica y vivencial de este mandato es mortal. Amar con el Amor divino significa salir de uno mismo, devolver a todo hombre su identidad y crear ambientes fraternos donde se viva y se propague este Amor. Que se convenzan y opten por el anuncio del Evangelio como la forma más eficaz y urgente de amar a nuestro mundo. Amar es evangelizar.


OBJETIVO:
            Convencer a la persona de que su identidad sólo se realiza amando. Hacer descubrir a la persona que su madurez en el amor, consiste en amar como Jesús ama.

FORMA:
            Desde un contagio muy vivencial la persona debe ir descubriendo la urgencia y la necesidad, el gozo y la plenitud del cambio de amores, que hay en la realización del hombre en su vocación al Amor visibilizada en el que predica.

ESQUEMA - CITAS BÍBLICAS

0. ENLACE
            Hijos del Amor, hechos para el Amor, partícipes de su misma naturaleza, ¡somos amor! lo más propio de nuestra vida, su desarrollo normal y grandeza, consiste en su crecimiento en la medida en que amamos. (En el amar está la solución de nuestro mundo enfermo).

1. NUESTRA VIDA ESTÁ HECHA PARA AMAR
- Amar es la única actividad que nos manda Dios y que nos lleva al pleno desarrollo de nuestra identidad (cf. Lc 10,27; Rm 13,8; Gal 5,14).
- Si no amo pierdo la vida, pues sólo soy persona cuando amo (1Jn 3,14; 1Cor 13,2).
- El amor es el único distintivo del discípulo (cf. Jn 13,34), y el único ejercicio eterno (cf. 1Cor 13,8).
           
2. ¿QUÉ ES AMAR?
Llamamos amor a tantas cosas diferentes, que surgen varios interrogantes:      
                        2.1  ¿Qué es amar? 
                        2.2  ¿A quien tengo que amar?  
                        2.3  Amar, ¿según quien?

2.1  ¿Qué es amar?
Amar no es acariciar, palabras tiernas...
- Amar es procurar el mayor bien al otro, su desarrollo y procurárselo.
- Pero el mejor bien, según quien: -los padres? -la sociedad? -el grupo? -los amigos?
(cf. Jn 4,34; 6,38-40; Rm 12,1-2; 1Tes 4,3)

2.2  El amor, ¿según quien?
- Según el que te hizo y constituyó, según Dios
- Y, ¿qué es amor según Dios?: ser y vivir como Hijos
- Que seas y vivas según la imágen  del Hijo
- Amar al otro es desarrollarlo en su ser... ser Cristo.


3 ¿A quien tengo que amar?
- El amor, a pesar de ser mi identidad, se aprende, se desarrolla.
- Grados de amor, enumerarlos: desarrollar el primero.
- Vemos más detenidamente el primero: -amar al prójimo como a mí mismo: amarme bien, aceptarme, como lo que soy, HIJO, CRISTO; y amar así al prójimo.
            -¿Qué es amarme bien?.
            -Amar al proximo pero:¿quien es mi proximo?.

3. FRATERNIDAD UNIVERSAL.

            -Todo los hombres somos hermanos
            -La fraternidad no permite el odio: Lo fundamental del cristiano es dar la vida por el amigo.
            -Somos administradores. 1Co.4,1-ss.
            -¿Lo tuyo es tuyo?.
            -La propiedad privada.
            -El destino común de los bienes.



4 JESÚS NOS LLAMA A SER MANANTIALES DE AMOR PARA EL MUNDO
            - Solo amando con este amor, daré vida (cf. 1Jn 5,12) y crearé         
              nuevos ambientes.
            - Nuestro mundo tiene solución.
            - El Amor fraterniza, crea ambientes nuevos, y para esto es vital      dar la Palabra de Dios. Por él vamos creando fraternidades difusoras de la Vida y el Amor de Dios.
            - El mundo necesita de tu amor.



PARA AMAR  (CHARLA)

ENLACE:  (RECUENTO)

            De esta convivencia, de estos días en que estamos aquí metidos, uno sale con la plena seguridad de que aprovecha aquel que se mete, aquel que no simplemente mira las cosas desde la orilla.

            Yo me acuerdo que una de las cosas que más quería aprender yo era a nadar, entonces, como yo soy de montaña, nunca me había metido en el agua, en la piscina o en el mar. Cuando me llegaba un poco el agua hasta el cuello, empezaba a respirar así como ahogado. y sin embargo yo me decía:” ¿Será posible?"; pero cuando uno se empieza a meter en el mar, cuando uno se empieza a zambullir y se da cuenta de lo que disfruta y que una cosa es que se lo cuenten a uno y otra cosa es que uno lo pueda experimentar, se pueda meter... y por mucho más que uno se vaya metiendo y metiendo, porque uno al principio empieza por la orillita, metiendo el dedo, metiendo el pie y un poquito más, luego uno bucea y resulta que no hemos llegado a disfrutar ni siquiera de lo que es el mar.

            ¿Por qué os digo todo esto? Porque yo creo que todo el tiempo en que nos metemos, que nos regalamos y que estamos nosotros aquí profundizando, solamente lo disfrutará aquel que se meta y aquel que no se quede en la superficie, sino de que guste de verdad todas estas cosas, como cuando uno aprende a nadar.  Entonces es normal que el que no quiere aprender a nadar, se ahogue, porque no ha aprendido a nadar. 

            Ej. Resulta que a mí, cuando tenía unos catorce o quince años, me cogieron entre todos mis compañeros -que yo no sé nadar, que yo no sé nadar!- ¿Cómo que no sabes nadar? me cogieron entre todos, bueno¡ Fue la experiencia del "me empujaron". en vez de yo meterme tranquilamente, me empujaron ahí y yo ahí, tragaba agua, la primera vez saqué la cabeza, la segunda ya no saqué la cabeza, sino que saqué la mano y mis compañeros se reían... hasta que no saqué nada... me agarraron y me sacaron y me hicieron todo ese montón de cosas... De manera que no tienen que empujar.  Nos atrae todo esto, por eso nos tenemos que meter, tenemos que profundizar: de una de las cosas que todos estamos de acuerdo y convencidos es de que lo más grande que tenemos es la vida y el Amor. Y eso uno lo puede experimentar.

            Ej. Yo me acordaba de mi abuelita, de noventa y cuatro años, la última vez que la vi sólo le pedía al Señor una cosa, porque ella es muy religiosa: Señor, déjame vivir cincuenta años, porque yo no me quiero morir...  Le encantaba la Vida. Ella se ponía vestidos de jovencita, salía a pasear, se quitaba las arrugas, y se iba para misa. Pero, abuela, usted ¿qué hace? Pues, ¿usted no lo sabe? - su sufrimiento más grande era pensar en la muerte- quería vivir... se pintaba el pelo de negro, se iba... Abuela ¿Adónde va usted? parece que va a conseguir novio... siempre decía "uno nunca sabe".  buscando todavía el Amor. Por eso el joven, el niño, el mayor quieren la Vida, el Amor.

            Todo nos habla de la Vida y del Amor. Y estamos de acuerdo en que somos tan sensibles a la vida y al Amor, porque procedemos del Amor, que es Dios, ojo  pues con esto. Tenemos su huella, estamos tatuados por él: "Tatuado te tengo en la palma de mi mano y tú eres mío".  Tenemos sus mismos rasgos, su misma fisonomía. Por eso nuestro Amor es totalmente insaciable, porque nuestra propia identidad es que somos Amor, un Amor a lo  grande, un Amor a lo fuerte. Por eso el joven y todos nosotros buscamos sensaciones fuertes y entonces está el “puenting”, y todos vamos buscando sensaciones, pero es que es lo más normal, porque es lo que más nos constituye a nosotros: su misma fisonomía: lo que hablábamos, no: yo tengo los ojos de mi papá, la nariz de mi mamá; es que soy hijo de tal y de cual.  A mí se me ve que soy hijo del Amor porque tengo estas ansias profundas, grandes de amar y de vivir. Hombre, ¿Por qué hacen en la sociedad de consumo estas drogas químicas, el éxtasis? para vivir con profundidad, para alucinar, para vivir en una realidad que es la que yo añoro, la que yo quiero. 

            Esto de amar y de vivir lo tenemos todos y bien marcado. Tenemos esta fisonomía de Dios  y esto nos sale en todo: un amor que no se acaba, que es eterno y que crece en intensidad.

1. NUESTRA VIDA ESTA HECHA PARA AMAR.

            Por eso uno descubre que mi tarea y mi oficio y  el de todo hombre es amar. Y el hombre cuando ama, está como el pez en el agua: está hecho para nadar, para estar en el agua, y uno los ve cómo van de aquí para allá.  Y los grandes pájaros están para volar, así como el cóndor, que es el símbolo de la mayoría de los países latinoamericanos: Ves que vuela de aquí para allá, está feliz siendo lo que es, haciendo eso para lo que está hecho. Yo estoy hecho para amar y cuando amo me ejercito, soy feliz.

            Esa canción tan bonita que dice: "Amar es mi único afán y todo mi ser busca expresar. Amar, no deseo más, contigo caminar hasta lograrlo". O los que somos más de Iglesia, esas canciones viejas que dicen: "Ama, si quieres ser feliz, ama y todo cambiará; ama y así encontrarás la alegría de amar".  Por eso no se puede sacar a un pez del agua, porque se muere o meter a un pájaro dentro del agua, porque se muere; porque no se desarrolla para aquello para lo que está hecho.

            Mira, esa es la imágen gráfica que yo más tengo en mi cabeza, para explicar esto: nosotros  teníamos en una granja, criaderos de conejos y ya sabéis que los conejos están hechos para estar por el campo, correr para un lado y para el otro a toda velocidad por el campo silvestre. Resulta que, como los hombres los vamos almacenando para comérnoslos, los enjaulamos y entonces ¿qué pasó? que los conejos se ponen nerviosos cuando están en cautividad; de tal manera que uno cuando entra en una jaula de conejos, lo tieene que hacer con mucho cuidado para no asustarlos porque, como no pueden correr, les da una enfermedad que se llama “estress”. Se “estressan” y al otro día amanecen así, tensos, amanecen tiesos ¿por qué? porque el conejo no está hecho para vivir en una jaula; el conejo está hecho para correr.

            Ahí se explica por qué tantos hombres andan por ahí “estressados”...¿Por qué? porque el hombre está hecho para amar, el hombre está hecho para darse y para donarse por completo, de tal manera que, cuando se encierra en sí mismo que eso es lo que no es Amor, entonces decimos que está “estressado”. Y vas por ahí, como un día que iba yo a esperar el autobús y me le acerqué a un señor ¿¡¡qué quiere!!? no, nada, nada... estaba “estressado”, nervioso. ¿Por qué? porque no nos estamos desarrollando como somos y esa es la enfermedad más grande que nosotros tenemos.

AMAR ES LA ÚNICA ACTIVIDAD QUE NOS MANDA DIOS Y NOS LLEVA AL PLENO DESARROLLO DE NUESTRA IDENTIDAD.

            Si el hombre no  se realiza, haciendo aquello para lo que está hecho, se muere, está triste, está angustiado. 

            Tú, ¿por qué estás triste? ¿Por qué estás angustiado?

            Mirad, una vez cogimos un águila que, en un vuelo o en un aterrizaje, se había fracturado las alas. Y  entonces resulta que había entre nosotros un ecologista que la cogió, se consiguió la mano de cuero, la capucha para ponerle, avisamos al “ICONA” que nos dio lo necesario para entablillarle el ala y la teníamos encerrada. Mientras el águila estaba encerrada, estaba cabizbaja, triste, estaba entre cuatro paredes, no estaba desarrollándose para lo que estaba creada.  Entonces aquel ecologista lo que hacía era sacarla a hacer ejercicios de vuelo. Y ¿cómo lo hacía? le quitaba la capucha y con el brazo agarrado en donde la tenía, empezaba a zarandearla para que ejercitara las alas. entonces al principio, el águila, como tenía miedo, no era capaz y se agarraba con mayor fuerza al guante de cuero.

            ¡Huy!, esto es toda una radiografía de lo que le puede pasar muchas veces a uno!: Venga, ¡Ama! -"no quiero!" ¿por qué? "porque es que me he dado tal golpe, porque es que he tenido tal experiencia"; " no, yo creo que el amor no existe"; "yo creo que eso es para los libros de Corín Tellado, pero no para mí".  ¡Venga, lánzate! no puedo¡ Hasta que un día, el águila con un poquito más de confianza al fin se lanzó.  ¡Mira, era una belleza ver este animal! porque,  cuando empezó a sentir el aire sobre su pico, sobre sus garras, sobre sus alas, empezó a gritar como hacen las águilas y empezó a dar vueltas por el centro, ¡estaba feliz! ¡estaba haciendo aquello para lo que estaba hecha! Pues lo mismo le pasa al hombre.

            SI NO AMO PIERDO LA VIDA.

            Cuando la persona no se desarrolla realizando aquello para lo que está hecha ¿qué pasa? Está triste, está angustiada, necesita una cosa, necesita la otra, está totalmente insatisfecha. Por eso, cuando uno empieza a amar... empieza a disfrutar! Uno se da cuenta de estas personas que se van desarrollando en el Amor y dice: ¡pero si todas estas personas están totalmente felices! lo que pasa es que muchas veces sí que se puede tener miedo y salen las fracturas, las caídas, cuando uno ha intentado desarrollarse en su máximo Amor. por eso es cuestión de ir ejercitando en el Amor.  Porque no es simplemente saber que yo tengo que amar, sino irme ejercitando en el amor, porque de ahí he nacido. 

            Por eso, de lo que se trata ahora, en esta charla, en este rato es. aprendamos el oficio para el que estamos hechos y ejercitémonos en el Amor. porque al hombre lo que le pasa es que no sabe para lo que está hecho, no sabe que está hecho para amar: cree que está hecho para estudiar, cree que está hecho para o hacer nada, cree que está hecho para sufrir, cree que está hecho para cantidad de cosas, pero no sabe que páralo que está hecho es para amar y por eso muchas veces está triste, angustiado, sin saber qué hacer, desorientado. Y como muchas veces lo ha intentado y se ha fracturado las alas...

            Ej. Yo me acuerdo de aquella muchachita que tenía más o menos dieciséis años, que me dijo: <Mira, N., tú, no me hables, por favor, de que yo estoy hecha para amar, porque yo cuando tenía trece o catorce años, yo creía que estaba hecha para amar; me entregué a la persona que yo creía que me iba a amar y me  embarazó y se fue. A mí no me hables de esas cosas>.




EL AMOR ES EL ÚNICO DISTINTIVO DEL DISCÍPULO.

            Tal vez hace falta que practiques como esta águila y que ames, pero que ames como corresponde. Primero que sepas para qué estás hecho y después el cómo hacerlo, para volver a recuperar la alegría, la paz, etc.  Lo que dice tan bonito esa poesía de san Juan de la Cruz:

"Mi alma se ha empleado,
todo mi caudal en su servicio;
ya no guardo ganado,
ya no tengo otro oficio,
que sólo el Amar
es mi ejercicio"

            Y continúa diciendo lo mismo Jacinto Verdaguer:

<La vida sin amar
es lo mismo que el sufrir;
la vida sin estimar
es lo mismo que morir>

            Porque en el Amar está la Vida y en saber amar y en saber cómo amar. 


2. ¿QUE ES AMAR?.

            Pero, surge un interrogante, surgen unas preguntas; le surge a uno una angustia por dentro, como todas las veces que nos planteamos estas cosas en serio, para los  que ponemos nuestra vida en el asador, para los que estamos intentando meternos en este mar tan grande: Pero ¿Qué es amar? ¿A quién tengo que amar? Amar ¿Según quién?

            Porque el problema es que llamamos a tantas cosas "amor"... hay tanta confusión... y prendemos de todo: informática, aprendemos en la universidad, aprendemos a conducir, aprendemos esto y lo otro, pero no aprendemos lo  más fundamental y lo más fundamental es aprender a Amar.

            Pero, entonces, ¿qué es amar? porque existe tanta confusión... tantas cosas... y sobretodo en este mundo en que la afectividad está a flor de piel... que sería muy bueno que nosotros supiéramos de verdad qué es lo que es amar... para ir con seguridad, para no pegarnos morrazos, como se lo pegó aquella muchacha. 


Amar no es interés, no es placer, no son  caricias.

            Hay mucha gente que dice: “yo te amo"... pero no me ama a mí, ama el dinero que tengo. Yo recuerdo que mi padre tenía una tienda y yo tenía dinero siempre en el bolsilllo.  Pero una vez me di cuenta que el amor no es interés y que muchos de mis compañeros se acercaban a mí solamente cuando tenía dinero. y me di cuenta que el dinero enturbiaba el amor. 

            En la pandilla, en los grupos de amigos, siempre que íbamos a una fiesta, conseguíamos las chicas y las chicas a los chicos, no... y al principio yo era, muy tímido y los muchachos me contaban lo que habían hecho con las muchachas, cómo las usaban y uno me decía: "es muy fácil, N., tú te acercas al oído y empiezas a hablarle palabras bonitas, que te gusta mucho, que es la más maravillosa del mundo, que la amas, que estás dispuesto a dar la vida por ella, hasta que... un penalty. A mí, esto me parecía tan sucio! usar a la otra persona y al otro día ni se acordaba del nombre y yo me di cuenta de que el amor no es pasión, que el amor no es usar al otro, como una lata de coca cola, que cuando la uso la tiro y luego la destruyo.

            Por eso, yo creo que no tenemos que confundir el Amor con el placer; no podemos confundir el amor con el interés...

            Pero, entonces ¿qué es amar?

Amar es: desear el mejor bien al otro y procurárselo

            Amar no es, pues, caricias, palabras tiernas, amar, dice la Iglesia, que es desear el mejor bien al otro, desear su desarrollo y no  solamente desearlo, sino procurárselo.  Ojo con esta definición porque aquí está la clave de todo: Cuando yo amo a una persona, yo le deseo el mayor bien.


            El mejor bien, ¿según quien?: los padres, los         amigos, la sociedad...etc.

            Pero aquí surge un problema y un interrogante: pero, N., el mejor bien, ¿Según quién? ¿Según los padres?... ¡huy!, esto es un lío. Yo me acuerdo de aquel muchachito al que sus padres lo único que le procuraban -porque creían que era lo mejor- era decirle: "¡estudia, hijo, estudia, hijo!" o como aquel papá que pensaba que el ser hombre era tener mujeres y beber y quería que su hijo tuviera su primera "experiencia", porque así lo volvía "hombre"... Este chaval -que yo hablé con él- tenía una tara, un trauma en su mente, en su corazón porque el papá lo había hecho un desgraciado... y su padre creía que le estaba haciendo el mayor bien... Por eso el mayor bien según quién... según la sociedad? Si uno mira bien, descubre qué es lo que la sociedad quiere sacar de nosotros: lo mejor de mí o nuestro bolsilllo...

            Cuando uno mira un poquito los anuncios, ¿Qué es el mayor bien?  ¿vestir? ¿la imagen? como este problema que ahora tienen las chicas, al menos en Madrid, según lo leí en un periódico: "por favor, cuando realicéis anuncios publicitarios con modelos, no saquéis chicas delgadas, porque no podremos enfrentar tanta anorexia en nuestras hijas" y todo porque se quieren parecer a aquel modelo...

            Amar según el que te hizo, te constituyó.

            Entonces el mayor bien, ¿según quién?, ¿según el grupo? Pero, lo que me da el grupo ¿es lo que me eleva a mi mayor dignidad? ¿dónde han empezado la mayoría de "pruebas " en la droga, en tal cosa y en la otra... ¿no es en el grupete? ¿en el quedar bien? A ver, ¿el mayor bien según los amigos? por eso es muy importante: Amar es desear el mayor bien SEGÚN EL QUE ME HIZO, el mayor bien según de allí de donde procedo, el mayor bien según el que me constituyó,

            Aquel que me conoce en lo más profundo de mi ser; el mejor bien según Dios, pero ojo con esto: el mayor bien según Dios es que sea y viva como hijo de Dios, que me desarrolle en lo más profundo que yo soy, que desarrolle mi propia imagen, y es según la Imagen de Cristo, según su desarrollo, según su plenitud... ¿qué hombre hay más libre que Jesús? ¿qué hombre hay que nos de una lección de amor más grande que él?.

¿Qué es amar según Dios?: ser y vivir como hijo.

            Y el Papá nos dice: "mira, hijo mío, yo quiero que tú seas así, por eso, amar al otro  es desarrollarlo en su ser y ¿cuál es su ser? que sea hijo ¡cuál es su ser? que sea como Cristo ¡huy!, esto ya  lo veremos más adelante.


            Que sea y viva según la Imagen del Hijo.

            Porque esto a mí me criba muchachas cosas: a ver Mi papá quiere que yo sea como Dios ¿sí o no' como Cristo? la sociedad y los amigos desean que yo me desarrolle en mi mayor bien que sea capaz de elevarme hasta las mayores alturas de amor. !Huy1 por eso es muy importante el no quedarnos en la ambigüedad y entonces, ¿en qué consiste el Amor de Jesús? Amarnos como el nos ama, lo vamos a ir viendo a través de todas estas citas, que están en la palabra de Dios. Jn 15,12; 13,34; Lc 6,36 y en todas las características del amor de Jesús.

            No nos vamos a detener aquí porque esto lo veremos más adelante, pero si alguien quiere buscar las citas, ahí está la 1cor.13 y Lc.10,29: un Amor sin acepción de personas, gratuito, sacrificado, total, difusivo, universal, liberador, fiel, que perdone, inteligente, un amor que no  solamente sabe dar cosas sino sabe darse a sí mismo hasta las mayores pruebas y extremos de Amor, hasta dar la vida por la Vida de Jn 15,13; 10,10; 13,16.

            Amar al otro es desarrollarlo en su ser                                  Cristo.

            Entonces ¿en qué consiste el Amor? El Amor consiste en desear el mayor bien según Dios y procurárselo. El mayor bien es que yo me desarrolle en lo que sea Cristo. Por eso, ojo, ¿quién te ama? el que te ama es aquel que te desarrolla en lo más grande, en lo más sublime, en lo más genuino, en lo que más te puedas desarrollar.


3. ¿A QUIEN TENGO QUE AMAR?

            Pero hay otra pregunta que a uno siempre le queda por dentro: ¿a quién tengo que amar?.
                        El amor se aprende y se desarrolla.

            Porque el Amor, a pesar de ser mi identidad, se aprende -como decíamos- se desarrolla y también hay como una especie de "escuela del Amor",  así como uno va a 1º de EGB  a 2º de EGB y luego va a BUP a COU  a la universidad, así en el amor también hay distintos grados, como distintos cursos, hasta que uno llega a lo máximo. es toda una escuela, ¡huy!, ojalá lo pudiéramos desarrollar.

            Mirad, hay informáticos que están al pie del último grito de la informática y estudian y tal y venga de acá para allá... los futbolistas están pendientes de la última jugada... los científicos están ahí, como nos contaba uno de estos científicos que están ahí sacando el doctorado en química allí en Alicante: "Ahora estamos investigando y para el año 2000 y pico saldrá el medicamento para esto, porque estamos trabajando, estamos investigando". Todo mundo ahí pendiente, gaste y gaste...y de lo más fundamental... y para el Amor ¿Cuánto tiempo gastamos? ¿Qué curso hay en la universidad que nos enseñe a amar?



            Grados del amor. Enumerarlos.

            Hay cantidad de libros que dicen. posturas para el amor... Pero, vamos, de Amor, esto no tiene nada.  Por eso, entonces, ¡qué bueno sería que algún día pudiéramos nosotros  lanzarnos un tiempo bien largo en el cual pudiéramos tratar cada uno de estos grados del amor.  Pero, sin embargo los podemos ir nombrando para que veamos la grandeza tan grande a la que estamos llamados  a desarrollarnos:

1º Amar al otro como me amo a mí mismo.
2ºamar al otro como amo yo a Jesús. Necesitas  un poco más de fe. Porque uno puede decir que ama mucho al Jesús del sagrario, pero le da una patada en donde la espalda pierde su digno nombre  al mismo Jesús que es mi compañero. "Cuando me viste hambriento, sediento" (Mt.25)
3ºEs mucho más bonito: amar al otro como le ama Jesús: ser capaz de dar la Vida por el otro.
4ºAmarnos como se aman el padre, el Hijo y el Espíritu Santo; y ¡esto es una preciosidad!, y hay otro más bonito todavía:
5º Ser capaz de salir de nosotros mismos y, porque el amor es difusivo de sí mismo, no simplemente se queda uno en un círculo cerrado, sino que es un amor creativo, y esa  es ya la mayor prueba de Amor.

            Mirad hacia dónde nos proyecta Dios: a ser capaz de esa maravilla de poder dar Vida, de poder ser difusivos de nosotros mismos, de poder crear.

Veamos más detenidamente el primero: Amar al próximo como a mi mismo.

            Bueno, pero, entonces vamos a quedarnos en la 1ª parte, el 1er grado del Amor y es lo que Dios nos manda: es que seamos capaces de amar  al otro como a nosotros mismos. Y eso está en la: 1Jn.3,14-15; Ef.5,2; amar al otro como te amas a ti mismo. Amar al otro porque es tu hermano, ¡ojo con esto! Y el mismo ha querido identificarse con el hermano.

            Pero este primer grado, este primer mandamiento tiene un nivel, dos pasitos que son sumamente importantes: Amar a Dios como me amo a mí mismo, como me amo a mí mismo.
           



            ¿Que es amarme bien?.
            Yo creo que hay una pregunta que nos debemos hacer. Tú ¿te amas bien a ti mismo?
Tú ¿te aceptas? Muchas veces las relaciones  entre nosotros -como el otro es un espejo, como el otro me proyecta mi interioridad- entonces lo que hago yo es rechazarlo, le tengo pánico al roce, tengo un pánico a la amistad: Tantos complejos, tantas dificultades.  Mirad y ¿cómo sé si yo me amo bien a mí mismo? Lo sé si yo me deseo el mayor bien y me lo procuro; es decir, si yo soy  y me voy construyendo para lo que estoy hecho, si yo voy construyéndome en el Amor, en Cristo. De tal manera que si yo me lo deseo para mí, si yo me amo bien, entonces soy capaz de amar al otro, ¡ojo con esto! porque yo creo que aquí está uno de los mayores problemas de nuestro mundo, la falta de aceptación de uno mismo, porque no nos conocemos en lo más profundo de nosotros mismos y entonces -ojalá pudiésemos tratar esto con mayor detenimiento, pero el problema es que tenemos que continuar- pero, ojo  pues con esto.

            A ver: mi vida es para amar. Yo tengo que desarrollarme en el amor, pero 1º:Tú ¿te amas a ti mismo? ¡huy!, aquí el problema de la afectividad toca con mucha fuerza todo nuestro ser... Por eso una de las primeras preguntas que nos tenemos que hacer es: ¿Yo soy feliz como soy? o constantemente me estoy comparando... Es que si yo fuera... si yo tuviera -yo qué sé- la cabeza de Einstein... los pies de M. Jordan... los músculos de Schwzseneger... o, si yo tuviera yo que sé qué... pero te miras en el espejo y te ves la cabeza de chorlito... los pies torcido y mi cuerpo más torcido... entonces todo eso es un jaleo... entonces ponemos nuestro amor en lo exterior y no en lo interior.

            Por eso, ¿cómo poder llegar a amar bien? 1ºAmémonos bien a nosotros mismos, pero amémonos bien como toca, porque también aquí hay una confusión: amarme bien se cree que es darme todo el gusto que yo sea. ¡no!! Si uno no es exigente consigo mismo, tampoco podrá ser exigente con los demás... amarse bien es desarrollarse en lo que está hecho, es decir, mira hacia donde llevas tu vida. Tú ¿la llevas para ser perfecto en el Amor? ¿para ser Cristo?

Amar al próximo: ¿pero, quien es mi próximo?.

            La 2ª parte de este grado es amar al prójimo, amar al otro. ¿Por qué? porque el otro es mi hermanos. Ya nos metemos en nivel de fe. entonces nos encontramos con este pasaje tan bonito del buen samaritano: Lc.10,25ss. Dice Jesús que le robaron a la orilla del camino. Cuántas  personas no nos encontramos nosotros a la orilla del camino, tiradas, golpeadas y atracadas... Entonces dice que por ahí pasó un cura, luego un seminarista, luego pasó un samaritano... se bajó de su cabalgadura... se acercó... se abajó... le vendó las heridas... le puso aceite... y vino... lo montó sobre su propia cabalgadura..¡huy! esto tiene para meditar muchísimo y lo llevó a la posada y cuando lo llevó a la posada, dijo: "yo pago al posadero y si se gasta  algo más, yo se lo pago".  Y pregunta Jesús. <<¿Quién es el prójimo de quién?>> Inmediatamente le contestan. aquel que se abajó. Y Jesús replica. <<Ve y haz tú lo mismo>>.


3. FRATERNIDAD UNIVERSAL

            Desarrollarme  en el Amor es tener los ojos para mirar al otro como mi hermano, como mi prójimo, como mi próximo... Yo me encontré a un señor muy bueno  que quiere amar a todos los de África,  pero menos a los de su familia. El desarrollo en el Amor es con el prójimo, con el próximo. Y nosotros, con todas las capacidades que El señor nos ha dado, es para  que nos desarrollemos en el Amor. Todos los talentos que el Señor nos ha regalado, si los ponemos en administración se nos desarrollan  con  muchísima fuerza; por eso nosotros somos administradores, nuestro padre Dios nos ha hecho administradores de todos los dones que nos ha dado (1cor.4,2).  Amar a Dios es por eso, amar al hermano. Por eso hemos de abrir nuestros pequeños círculos de amistad hacia una fraternidad universal.

            A mí esto me lo enseñó mi madre, ella me decía, mira N., todos los hombres somos hermanos, el otro es mi prójimo. Pero, ya se lo pueden decir a uno y volvérselo a decir una y otra vez... Pero cuando yo me di cuenta de que mi madre se iba todos los fines de semana para la cárcel, allí, en Medellín -que ya sabéis cómo está eso- Se iba al sitio peor, a la enfermería, al sitio que estaba más mal y gratuitamente empezaba a curarles, a sanarles...y ella decía. es que este es mi hermano. Para mí eran lecciones impresionantes y a ella empezaron a llamarla "mamá Carmen".  Nos amaba a  nosotros y empezaba a demostrarnos este amor universal y yo empecé a ver que el otro es mi hermano...         Los campesinos sin tierra que van con su familia de un lugar a otro. Ese es mi hermano y que yo me lo tenía que jugar por él, por el otro. 

            Todos los hombres somos hermanos

            Una de las causas más grandes por las que yo tuve que salir de un colegio, -en el  que estaba becado y también interno y estaba muy bien- fue, justamente, porque era un colegio de curas y entonces habían mandado a un ecónomo y el lo primero que hizo fue organizar las tierras y tenían muchísimas, casi medio pueblo era de ellos; pero resulta que tenían una casita de una familia en medio de la finca. entonces el cura fue y les dijo: bueno, me tenéis que vender esta casa a mí -Yo iba allí de vez en cuando a hacer apostolado- entonces ellos me contaron: “N., resulta que vino el  padre tal  y nos dijo que le tenemos que vender la casa..." y yo les dije "¿qué opináis?"  -ah, es que es el Padre-  "Mirad -les dije yo- dile que si os da una casa en el pueblo, vosotros se la dais"  -no, ¿no ve que es el Padre?-  "no importa”, les dije yo. 

            Llegó el Padre con el contrato para que lo firmaran, era una miseria lo que les iba a dar. El Padre, con un poquito de sentido moral, se dio cuenta de que la reivindicación era justa y entonces fue al pueblo y les consiguió una casa; fue donde ellos y les dijo: “mañana vamos a ver la casa que les tengo preparada". Pero resulta que la casa era en el  barrio chino, una casa grande pero en el barrio chino y resulta que ellos tenían hijos e hijas.  me llamaron y me dijeron que qué me parecía y yo les dije. No! porque resulta  esa casa os va a durar nada, porque cuando tenga vuestra hija y vuestros hijos ¿Vais a estar allí? ¿Qué futuro les vais a preparar? -Es que "el padre" se va a enojar! Y yo les dije: "miren, aunque el Padre se enoje!"

            Mirad, yo creo que, cuando seamos capaces de que la causa del otro sea mi causa, de que el otro no me sea indiferente, del que el otro es mi hermano, entonces empezaremos a jugarnos la vida los unos por los otros... Empezaremos a tener un panorama grandísimo, impresionante. Entonces, claro, el cura se dio cuenta de que alguien los aconsejaba y les hizo decir quién era el que los aconsejaba y me dijo: pero, tú, ¿qué pretendes? ¿No ves que yo estoy arreglando estas tierras para vosotros?. ¡A mí me dio una rabia! Yo le dije. "Mire, yo no quiero esas tierras! si es a base de injusticias!" Total, me echaron... da igual, me echaron del colegio porque era "comunista". Comunista o no comunista, dejar la comunión diaria; me daba igual, sabiendo que estaban cometiendo una injusticia con ese hombre: los hijos de los pobres que crecen desnutridos y enfermos.

            Mirad, una de las imágenes más duras que yo tengo en mi mente es cuando fuimos a hacer apostolado a uno de los barrios más miserables: Entonces yo veía cómo los padres despedían a sus hijas a las seis o siete de la tarde, que se iban para el centro... y yo iba a los padres y les preguntaba que adónde iban; y ellos, agachaban la cabeza y me decían llorando. "A trabajar!"... y, ¿sabéis cuál era el trabajo? Prostituirse...

            Cuando uno se da cuenta dice: esto no puede ser! Que unos tengan tanto y otros no tengan nada! 

            Por eso entonces uno se da cuenta que un enfermo, esto me pasó una vez, creo que ya os lo conté. Resulta que mi familia es medio acomodada, y hay médicos; una vez, en un barrio de estos, un enfermo se puso grave y yo me lo llevé al hospital, y el médico amigo mío, familiar mío, me saludó, porque me conocía. Y me preguntó: "¿Qué te trae por aquí?" yo, de corazón le dije: "un asunto muy grave!" y le dije, le mostré al enfermo que estaba  ahí en la camilla. y me dijo "Y ¿qué es contigo?", inmediatamente pensé: "si le digo que es del barrio aquel tan  pobre, no me lo va a atender", yo grité con toda la fuerza que pude, con todo lo que me daba el ser, de tal manera que el hombre se quedó asombrado: "¡Es mi hermano! ¡Atiéndalo por favor!". Cuando  los hombres podamos ver al otro como al hermano!...

            O los desempleados que se obligan a robar, los niños que son abandonados, todos esos son mis hermanos, pero todavía hay un paso mucho más grande. entre hermanos no puede haber enemistades, de tal manera que lo más genuino del amor cristiano es llegar amar al enemigo. "Buah! Eso no se puede!". Sí que se puede:

La fraternidad no permite el odio: lo fundamental del cristianismo es dar la vida por el amigo

            Ej. Bernardo Jaramillo Ossa: candidato a la presidencia de Colombia.  Yo me acuerdo de aquel -ya sabéis que en Colombia hay una ola de violencia muy grande y los que matan suelen ser niños que han sido abandonados, bueno es que es una historia muy larga de contar y muy dolorosa... les pagan por matar, cuatro o cinco mil pesos y les enseñan a disparar. Ve y mata a aquella persona y va y la mata-  pues uno de estos chavales fue contratado para asesinar a un candidato a la presidencia de Colombia.  Llegó el chaval y lo mató, de tal manera de que, en medio del tumulto, como era en una manifestación, cogieron al muchachito y corrió la noticia

            Su madre, cuando se dio cuenta de quién y cómo era el que había matado a su hijo, pidió en adopción al niño, diciendo: "Por favor, el niño no tiene la culpa, dejenlo que ocupe el lugar de  mi hijo muerto".

            No solamente es prójimo el de cerca, el que está en mi casa o el otro que está lejos, sino el enemigo, de tal manera que el cristiano no tiene ninguno. Esta es una discusión que yo suelo tener con el Señor, o que yo tuve con el Señor... hasta que yo le llegué a entender... Es que el dice que: "la mayor prueba de amor es dar la vida por los amigos" y yo le dije. "Señor, tú te contradices, porque dices que un cristiano tiene que amar al enemigo y entonces ¿cómo está, no sería mejor dar la vida por el enemigo? Entonces tú ¿por qué dices que es dar la vida por los amigos?" y en un rato de estos de oración descubrí que es que el cristiano no tiene enemigos, para el cristiano todos son amigos, todos son hermanos.

            A mí me gustaría que hoy nos hiciéramos una pregunta: a ver: ¿tú crees de verdad que el  otro es tu hermano?, ¿Te lo crees?

            Y es muy interesante esto, porque cuando yo me di cuenta de esto, eso cribó los estudios que iba a hacer y decía:  "a ver, ¿esto sirve para mi hermano? para sacar la familia adelante?. Mirad la imagen que yo tengo. nosotros en mi familia -ya sabéis que yo soy de una familia numerosa-  mi padre se casó ya mayor. Un día, llamó a mis hermanos y les dijo: "Miren muchachos, yo ya estoy viejo y sus hermanos son pequeños. ¿Me ayudan a levantarlos?"  Nos reunió a todos y estábamos pendientes, sobretodo mis hermanas, que dijeron: "Sí, papá, nosotros le ayudamos"

            Somos administradores

            Mirad, descubrir que Dios es mi Padre, descubrir y entrar en sus entrañas de Padre, es poder descubrir que el otro es mi hermano y que mi vida solamente tiene sentido en la medida en que yo soy capaz de sacar la familia adelante. Por eso no solamente es un nivel teórico eso de que el otro es mi hermano...A ver, tus estudios ¿Sirven para sacar al otro adelante? Por eso, amar no son bonitas palabras.

            Acordaos de que amar es desear el mayor bien al otro y procurárselo y que "obras son amores y no buenas razones".  Amar es buscar la promoción del otro y no dice. ¿Qué puedo hacer? Tú puedes hacer mucho, mira, tú tienes Vida, tú tienes  esperanza, tú tienes que contagiar muchísimo; tú, inviértete para sacar la casa adelante, porque es verdad que somos administradores, pero no solamente administradores de dinero, sino de nuestra inteligencia, de nuestros ojos, de nuestros pies, de nuestro trabajo, de nuestra fe y somos administradores de todo lo que cae en nuestra influencia: tierra, casas, comida, familia.  por eso es bien bonito. 

            Un día íbamos dos misioneros y el compañero me preguntó: N., ¿tú eres feliz? yo inmediatamente le dije. "no!" y dice, ¿cómo que no? ¿No eres feliz?  y por qué? Porque hay cantidad de gente que no lo es...El hombre se quedó callado y dijo. "bueno, si vamos así".

            Lo tuyo, ¿es tuyo?

            Constantemente se nos dice: ojo con confundir: lo tuyo es "tuyo" o ¿te lo han dado en administración?. La inteligencia, los estudios, la salud, la vida, el tiempo, la ciencia, la gracia, el amor, la oración...¿Son tuyos o son de aquellos que los necesitan?

            La propiedad privada

            ¡Huy! aquí tenemos unos líos impresionantes sobre la propiedad privada.. bueno!!! Aquí hay unos jaleos impresionantes  cuando nos tomamos en serio de que mi vida es para amar, para desarrollar al otro.


            El destino común de los bienes

            Mira, esto la Iglesia lo tiene bien claro, y dice: <<De las cosas debo disponer en tanto y en cuanto me sirvan y sirvan a los hermanos. Dios ha destinado la tierra y cuanto contiene para uso de todos los hombres y por eso las cosas  son de todos. Quien se halla en situación extrema la puede disponer. Alimenta a quien tiene hambre porque si no lo matas>>  la Gaudium et Spes Nº 69.

            La misma Iglesia lo dice que, cuando uno da limosna si uno da de lo que le sobra, le devuelve al otro de lo suyo propio. Claro, son otras dimensiones. <<Lo que das al pobre ya le pertenecía, lo que pasa es que tú se lo retenías>> (Populorum Progressio Nº23). Claro, todo esto visto desde una dimensión de fe. Mirad todo lo que podemos hacer solamente si nos desarrollamos en el Amor; solamente si somos capaces de procurarle el mayor bien, deseárselo y procurárselo. Por eso, resumiendo todo lo dicho. ¿Yo descubro que estoy hecho para amar? ¿Qué es mar? Amar es desear el mayor bien al otro y qué es el mejor bien? que el otro desarrolle su identidad y para yo llegar al máximo del desarrollo de mi identidad. Tengo que aprender a Amar. ya hemos visto el primer grado, ya veremos si algún día podemos seguir con el resto y el primer grado es mar al prójimo como me amo a mí mismo.

            A ver ¿yo me amo bien a mí mismo? o sea ¿yo me deseo el mayor bien? ¿yo amo a mi prójimo?  ¿me doy cuenta de que el otro es mi hermano? que mi familia es mucho más grande que cuatro paredes?  Por esto el mundo se convierte en mi casa y todos los hombres hermanos. El corazón se ensancha por completo (Is.54) ensancha el espacio de tus tiendas, tus clavijas asegura, no te detengas!". Que bueno poder decir como Helder Cámara, como M. Teresa de Calcuta, como tantos y tantos misioneros: hoy yo puedo rezar con fe y con devoción  el padre Nuestro porque yo se que Dios es nuestro Padre y todos los hombres son mis hermanos y toda mi vida ya está dispuesta a amar al otro con toda la fuerza y con toda la intensidad, sabiendo muy bien que el cristiano no tiene enemigos.











VIVENCIA EN EL DISCIPULADO

    Como sabemos, el deseo de amar es una realidad común  a todos los hombres, y sin embargo entendida de formas muy distintas, unas veces como la relación sexual, otras como el darse al que se ama, otras como el compromiso con los que tienen puntos comunes a él: familia, nación, etnia...; otras se entiende como el ayudar a los más pobres y necesitados, es lo que llamamos altruismo: estar en el voluntariado, ir a países del tercer mundo, dar mis bienes a los más pobres y necesitados, los que más; otros dar limosnas, un donativo mensual... Todas formas de entender el amor muy buenas, pues todas vienen de Dios; muchos son  hasta capaces de dar su vida en aquel amor que entiende. Ahora, cuando nosotros hablamos de amar remarcamos su vitalidad (eterna): “Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos. Quien no ama permanece en la muerte. Todo el que aborrece (que para nosotros que entendemos la misión significa: “es indiferente”) a su hermano, el un asesino” 1Jn 3,14-15; de ahí que entendamos amar como vivir y dar vida; vivir gracias al encuentro con la Palabra (cf. Is 55,3; Ap 3,1-3), y dar vida a través de la Palabra, pues en la Palabra está la vida (cf. Jn 1,4).

    Pero amar no sólo es vital para nosotros sino para la gran descendencia que Dios nos ha confiado pero que sólo recibirán la vida si les amamos, si tenemos el gesto y la palabra oportuna que les engendré a la vida. De ahí que para nosotros amar sea mucho más que un deseo, y aun más, el fruto espontaneo y natural del encuentro diario con Dios  (cf. 1Jn 4,7-10), pues jugamos con el destino eterno de cantidad de personas que si creen en Cristo se salvarán (cf. Jn 3,16); pero ¿como creerán en aquel a quien no han oído? Y ¿cómo oirán sin que se les predique? (Rm 10, 14). De ahí que para nosotros sea una urgencia inaplazable (Nos jugamos demasiado), y con el apóstol decimos “Predicar el Evangelio no es para mí motivo de gloria; es más bien un DEBER que me incumbe. Y ¡Ay de mí si no predicara el Evangelio!” 1Co 9,16.

    En las escuelas de apóstoles esto se traduce en medios muy concretos, como las escuelas de charlas, la revisión de vida, la dirección espiritual, la confesión... en los que velaremos mutuamente porque nuestra vida y nuestra palabra estén llenas de contenido, y a la altura de las necesidades de nuestro mundo, para ser así profecía que devuelva la vida a las vegas de huesos secos que día a día nos encontramos (cf. Ez 37,1,10).

    Con toda humildad y eliminando nuestra auto suficiencia, nos pondremos en manos de la fraternidad y pediremos a nuestros hermanos que nos ayuden como nosotros nos comprometemos a ayudarlos,  “a formarnos y capacitarnos, más y más, para desempeñar fielmente la misión de predicar el Evangelio de Jesús por todo el mundo.” (cf. Fórmula de consagración: Cons. 118).
   
    Así como el desarrollo físico, psíquico y afectivo del niño depende enormemente del amor que se le de en su familia, así el desarrollo espiritual del compañero de formación y el discípulo, dependerán en gran medida del amor que le ofrezcamos; no cualquier amor entre nosotros y para nuestros discípulos, sino un tipo específico de amor en el que la promoción apunta a que el otro sea Cristo y Cristo evangelizador, en el que la ayuda está en cómo hacer que el otro responda viva y eficazmente al mandato de Jesús de hacer discípulos a todas las gentes (cf. Mt 28,19-20).

    Nosotros queremos concretar nuestro amor creando fraternidades de vida evangélica que evangelicen (cf. Documento de aprovación de nuestra fraternidad por el cardenal D. A. Suquía) en el deseo de curar de raíz al hombre, eliminando desde dentro la falta de amor que le destruye.

    Nuestro amor al hombre de hoy nos llevará a un amor especial por aquellos que han optado por curarlo. ¿Qué respuesta le daremos a Dios cuando nos diga: “dónde está tu hermano” Gn 4,9?. Ojalá nuestra respuesta no sea de ignorancia del otro, quizá en una situación de pérdida del amor a Cristo y a los hermanos, quizá en una situación de desconocimiento teórico y/o vivencial de su vocación y misión por nuestra ceguera (cf. Mc 8,22-26) y omisión (cf. Lc 10, 29-32); sino al contrario podamos decirle a Dios, como Jesús: “Cuando estaba yo con ellos cuidaba en tu nombre a los que me habías dado. He velado por ellos y ninguno se ha perdido. Santifícalos en la verdad, tu Palabra es verdad. Como tú me has enviado al mundo, yo también los he enviado al mundo. Y por ellos me santifico a mí mismo para que ellos también sean santificados en la verdad” Jn 17,12.17-19.

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